
Viajar siempre nos reporta una serie de sensaciones positivas tengamos la edad que tengamos, pues planificar o realizar un viaje a cualquier lugar, ya sea cerca o lejos, siempre nos reconforta. Si bien en la edad adulta viajar puede ser algo más complicado, aprovechar la jubilación para hacerlo nos permitirá descubrir destinos y experiencias que en otro momento no pudimos realizar.
Viajar en la tercera edad se disfruta de otra manera, a un ritmo diferente. Según estudios, los mayores de 65 años realizan al menos un viaje al año, siendo los viajes organizados la mejor opción y la más escogida por este colectivo de edad. Estos viajes, que se engloban dentro del Imserso, ofrecen muchas ventajas, entre ellas el precio reducido y la organización del programa, además de otras actividades incluidas para disfrutar.
5 beneficios de viajar en la tercera edad
Los beneficios que tiene viajar en la tercera edad son innumerables y es que, además de conocer nuevos lugares podremos nutrirnos de la experiencia en muchos y diferentes aspectos como estos:
– Confort, tranquilidad y estabilidad: si hablamos de viajes organizados o tours, los viajes para la tercera edad en esta modalidad presentan estas tres características de las que pueden disfrutar cualquier persona mayor sin preocuparse de nada durante del viaje.
– Reduce la depresión y ansiedad: viajar para los mayores, supone romper con la rutina diaria, mejorando su salud mental y reforzando de manera positiva a nivel sicológico, lo que evita o reduce los síntomas de estrés, depresión o ansiedad tan presentes en estos grupos de edad.
– Proporciona agilidad mental: programar el viaje, investigar sobre el lugar que vamos a visitar, los preparativos y ejecución de este, el desarrollo… son algunas de las cosas que se deben hacer antes y durante un viaje por lo que la mente de la persona mayor está atenta y entrenada para llevar a cabo esta serie de actividades, lo que refuerza su sistema cognitivo y mental.
– Socializar con otras personas: tanto si se viaja en pareja, con amigos o solo, viajar permite relacionarse con otras personas del grupo o con otras personas que conoces durante el viaje, permitiendo establecer vínculos más allá de conocer un lugar o visitar sus monumentos más emblemáticos, conoces otras gentes y otras culturas.
– El mar: si se opta por un viaje a la playa, tenga en cuenta que el mar favorece la circulación y mejora las enfermedades reumáticas. A su vez, el sonido de las olas transmite calma, reporta relajación y se respira aire purificado. Un viaje a la playa permite realizar otra serie de actividades como caminar a la orilla o realizar ejercicios en el agua que mejorar el estado físico del adulto mayor.
Consejos y recomendaciones para viajar cuando se es mayor
Debemos tener en cuenta que, cuando se es mayor y se viaja, debemos hacerlo con mayor precaución para evitar problemas y disfrutar al máximo de nuestro viaje. Si viajas lejos, lo recomendable es ponerse las vacunas recomendadas para el lugar que se va a visitar, además de conocer toda la información del destino.
Igualmente, no está demás contratar un seguro de asistencia que cubra todas las necesidades en caso de sufrir un percance o emergencia durante las vacaciones.
Preparar un botiquín con todos los medicamentos que vayamos a necesitar en cualquier momento y, si se tiene alguna enfermedad, contar con la medicación que debemos llevarnos.
Informarnos detalladamente del lugar donde vamos a ir, accesibilidad, movilidad, evaluar los tipos de aeropuertos, hoteles, equipaje… y todo aquello que tenga que ver con los itinerarios.
Y ya sólo nos quedaría disfrutar y aprovechar el viaje. Porque viajar en la tercera edad es una experiencia única, un placer para los sentidos y un motivo para aprovechar bien los años.