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Comprendiendo el síndrome de piernas inquietas en personas mayores

    El síndrome de piernas inquietas es un trastorno neurológico que afecta a millones de personas en todo el mundo. Aunque puede ocurrir a cualquier edad, las personas mayores son particularmente susceptibles. 

    En este artículo, examinaremos de cerca este trastorno, su impacto en la calidad de vida y los tratamientos disponibles.

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    ¿Qué es el síndrome de piernas inquietas y por qué afecta a las personas mayores?

    El síndrome de piernas inquietas (SPI) es una afección que causa una necesidad irresistible de mover las piernas. Este impulso a menudo viene acompañado de sensaciones incómodas en las piernas, como hormigueo, picazón o dolor. 

    Aunque el SPI puede afectar a personas de cualquier edad, es más común en las personas mayores. Esto se debe en parte a que las condiciones de salud que pueden desencadenar el SPI, como la insuficiencia renal crónica y la diabetes, son más comunes en las personas mayores.

    Los síntomas del síndrome de piernas inquietas en personas mayores que no debes ignorar

    El SPI se caracteriza por sensaciones incómodas en las piernas y una necesidad irresistible de moverlas. Estos síntomas a menudo se vuelven más intensos en la noche o cuando la persona está descansando o inactiva, lo que puede dificultar el sueño. Además, a muchas personas con SPI les resulta difícil describir sus síntomas, lo que a veces puede dificultar el diagnóstico.

    A continuación, te mencionaremos algunos de los síntomas más comunes: 

    • Necesidad imperiosa de mover las piernas: Este es el síntoma más característico del SPI. Puede sentir una necesidad irresistible de mover las piernas, a menudo acompañada de sensaciones incómodas.
    • Sensaciones incómodas en las piernas: Estas sensaciones a menudo se describen como hormigueo, tirantez, picazón, quemazón o dolor. No todas las personas con SPI experimentan dolor, pero la mayoría siente alguna forma de incomodidad en las piernas.
    • Alivio con el movimiento: El movimiento, como estirar, sacudir o caminar, a menudo alivia las sensaciones incómodas en las piernas.
    • Empeoramiento de los síntomas por la noche: Los síntomas del SPI a menudo empeoran durante la noche o cuando estás descansando. Esto puede dificultar el sueño y puede llevar a la fatiga diurna.
    • Movimientos periódicos de las extremidades durante el sueño: Muchas personas con SPI también experimentan movimientos involuntarios de las piernas durante el sueño. Estos movimientos pueden despertarte o interrumpir tu sueño.

    Factores de riesgo y causas comunes del síndrome de piernas inquietas en personas mayores

    Aunque aún no se comprenden completamente todas las causas del SPI, se han identificado varios factores de riesgo y causas comunes, entre las que se destacan las siguientes:

    • Genética: El SPI a menudo corre en familias, lo que sugiere un componente genético. Si tienes un familiar cercano con SPI, podrías tener un mayor riesgo de desarrollar el trastorno.
    • Enfermedades crónicas: Algunas condiciones de salud crónicas pueden aumentar el riesgo de desarrollar SPI, como, por ejemplo, la enfermedad renal crónica, la diabetes, el Parkinson y la neuropatía periférica.
    • Deficiencia de hierro: La deficiencia de hierro, incluso sin anemia, puede contribuir al SPI. Todo ello puede deberse a una dieta baja en hierro, la incapacidad del cuerpo para absorber hierro, o la pérdida de sangre interna.
    • Edad avanzada: El SPI es más común en las personas mayores, y los síntomas tienden a empeorar con la edad.
    • Sexo: Las mujeres son más propensas a desarrollar SPI que los hombres. Este hecho puede estar relacionado con cambios hormonales, especialmente durante el embarazo.
    • Medicamentos: Algunos medicamentos, como los antidepresivos, antihistamínicos y algunos medicamentos para las náuseas, pueden empeorar los síntomas del SPI.

    El impacto del síndrome de piernas inquietas en la calidad de vida de las personas mayores

    El SPI puede tener un impacto significativo en la calidad de vida. La falta de sueño puede llevar a la fatiga diurna, lo que puede afectar la capacidad de la persona para realizar actividades diarias. Además, los síntomas del SPI pueden causar angustia emocional y pueden dificultar las actividades que requieren que la persona esté quieta, como ver películas o viajar en avión.

    Estrategias de manejo y alivio del síndrome de piernas inquietas en personas mayores

    Como ya hemos mencionado con anterioridad, vivir con el síndrome de piernas inquietas (SPI) puede ser un desafío, especialmente para las personas mayores. Afortunadamente, existen varias estrategias que se pueden utilizar para manejar y aliviar los síntomas del SPI. Entre las más destacadas: 

    Cambios en el estilo de vida

    Algunas modificaciones en tu rutina diaria pueden ayudar a aliviar los síntomas del SPI. Por ejemplo, evitar la cafeína y el alcohol, mantener un horario de sueño regular y practicar ejercicio de manera regular. Un estilo de vida saludable puede contribuir en gran medida a controlar los síntomas.

    Técnicas de relajación

    Las técnicas de relajación, como la meditación, la respiración profunda y el yoga, pueden ayudar a aliviar el estrés y reducir los síntomas del SPI.

    Masajes y baños calientes

    Muchas personas encuentran alivio para los síntomas del SPI a través de masajes en las piernas o baños calientes antes de acostarse. Estas estrategias pueden ayudar a relajar los músculos y aliviar las sensaciones incómodas.

    Mantenerse activo durante el día

    ¿Sabías que permanecer activo durante el día puede ayudar a reducir la severidad de los síntomas del SPI en la noche? Por ello, sería bueno que se pudiese incluir alguna forma de actividad física en tu rutina diaria.

    Horario regular de sueño

    Mantener un horario de sueño regular favorecerá a manejar los síntomas del SPI de forma positiva. Para ello, intenta acostarte y despertarte a la misma hora todos los días.

    Consultar a un profesional de la salud

    Si los síntomas del SPI siguen siendo un problema a pesar de tus esfuerzos por controlarlos, es importante que hables con un profesional de la salud. En general, ellos podrían evaluar tus síntomas y ayudarte a encontrar un plan de tratamiento efectivo.

    Cada persona es única y lo que funciona para una persona puede no funcionar para otra. Es posible que debas probar varias estrategias antes de encontrar la que mejor te funcione.

    La importancia de la actividad física y el descanso adecuado en el síndrome de piernas inquietas en personas mayores

    La actividad física regular y un descanso adecuado son dos factores clave para manejar los síntomas del SPI. 

    • La actividad física: Favorece a aliviar los síntomas de la SPI.
    • Un buen descanso: Puede ayudar a prevenir la fatiga diurna que puede resultar de la interrupción del sueño.

    ¿Existe algún tratamiento efectivo para el síndrome de piernas inquietas en personas mayores?

    El manejo efectivo del síndrome de piernas inquietas (SPI) en personas mayores puede implicar una combinación de medicamentos y cambios en el estilo de vida. Aquí te presentamos algunos de los tratamientos más efectivos: 

    • Medicación: Hay varios medicamentos que pueden ser efectivos en el tratamiento del SPI. Esto incluye medicamentos que aumentan los niveles de dopamina en el cerebro, como la ropinirole y la pramipexol. Asimismo, también se pueden utilizar medicamentos anticonvulsivos, como la gabapentina, o medicamentos opioides, como el tramadol. Cada uno de estos medicamentos tiene sus propios beneficios y efectos secundarios, por lo que es importante discutir todas las opciones con un profesional de la salud.
    • Suplementos de hierro: Si tus niveles de hierro son bajos, tomar suplementos de hierro podría ser beneficioso. Sin embargo, siempre es importante hacerlo bajo supervisión médica, ya que demasiado hierro también puede ser perjudicial.
    • Cambios en el estilo de vida: Muchas personas encuentran alivio al hacer cambios en su estilo de vida. Esto puede incluir hacer ejercicio regularmente, mantener un horario regular de sueño, evitar la cafeína y el alcohol, y seguir una dieta equilibrada.
    • Terapias físicas y de relajación: Las terapias físicas como el masaje, la fisioterapia y el estiramiento pueden ayudar a aliviar los síntomas del SPI. También puedes probar técnicas de relajación como la meditación, la respiración profunda y el yoga.
    • Terapia cognitivo-conductual (TCC): La TCC puede ayudarte a manejar el estrés y a aprender estrategias de afrontamiento para lidiar con los síntomas del SPI.

    En definitiva, el síndrome de piernas inquietas es una condición común en las personas mayores que puede afectar significativamente su calidad de vida. Sin embargo, existen varias estrategias de manejo y opciones de tratamiento disponibles que pueden ayudar a aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida. 

    Si sospechas que un ser querido o tú mismo pueden tener SPI, es importante hablar con un profesional de la salud para obtener un diagnóstico y discutir las opciones de tratamiento.