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Neumonía y bronquitis en la tercera edad

    Neumonía y bronquitis en la tercera edad

    En invierno, las personas mayores suelen verse más afectadas por enfermedades respiratorias ocasionadas por virus y bacterias, un resfriado puede complicarse y derivar en bronquitis o incluso una neumonía. El envejecimiento altera el metabolismo basal y esto afecta al sistema de autorregulación corporal y a la capacidad de las personas mayores para percibir la temperatura ambiente, según advierten los expertos.

    El frío favorece la expansión de virus y la reproducción de bacterias que, unido a los cambios bruscos de temperatura, puedan empeorar otras patologías como la artrosis. Así, la neumonía y bronquitis en la tercera edad son muy comunes durante el invierno, por lo que se debe prestar atención ya que son enfermedades respiratorias más delicadas que requieren medicación y tratamiento especial, por tanto, presentan un alto riesgo para este colectivo.

    Normalmente, solemos confundir ambos cuadros infecciosos, aunque podemos decir que la bronquitis es menos grave que la neumonía, afectando a las vías bajas donde se encuentran los bronquios. Aun así, se debe tener cuidado y controlar los síntomas, pues puede comprometer la vida del paciente. La neumonía, por su parte, es una enfermedad inflamatoria ocasionada por bacterias que afecta a los pulmones donde se encuentran los alveolos pulmonares y se produce el intercambio de oxígeno.

    Síntomas generales de la neumonía y bronquitis

    – La bronquitis se caracteriza por presentar tos productiva, sibilancias y sensación de opresión en el tórax, mucosidad en los bronquios que dificulta respirar cómodamente, dolor general leve, lo que podemos catalogar como bronquitis aguda.

    – Si hablamos de la sintomatología de la neumonía, el principal signo es la disnea que provoca dificultad al respirar, fatiga y cansancio, fiebre alta, tos seca (al contrario de la bronquitis), dolores musculares.

    Prevención de la neumonía y bronquitis en la tercera edad

    Es fundamental tomar medidas preventivas como pueden ser:

    – Vacunación: es la principal medida, vacunarse contra la gripe y neumonía. La gripe puede desencadenar en una neumonía o bronquitis por eso es altamente recomendable la vacuna contra la gripe y el neumococo que pudiera desarrollar la neumonía.
    – Higiene: lavarse frecuentemente las manos y desechar los pañuelos de papel una vez hayamos estornudado y limpiado la nariz.
    – Evitar fumar: el tabaco daña la capacidad de los pulmones para hacer frente a infecciones y reduce el sistema inmunológico.

    Además, es recomendable que las personas de edad lleven una dieta equilibrada, descansen correctamente y guarden reposo, vayan abrigados correctamente cuando salgan a la calle y se hidraten a menudo bebiendo agua u otros líquidos.

    Para tratar cualquier la neumonía o bronquitis en la tercera edad, es recomendable acudir a los servicios médicos quienes podrán saber si se trata de una u otra patología y asignar el tratamiento adecuado.