La hipoacusia, conocida comúnmente como pérdida auditiva, es una condición que afecta a un gran número de adultos mayores alrededor del mundo. Con el envejecimiento, las estructuras del oído pueden sufrir desgastes o cambios que resultan en una disminución de la capacidad para oír.
Este fenómeno no solo tiene impacto en la comunicación y en la calidad de vida de las personas, sino que también puede ser un factor de aislamiento social, depresión y otros problemas de salud.
En este artículo, explicaremos las causas, síntomas, consecuencias y estrategias de afrontamiento de la hipoacusia en la población adulta mayor.
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¿Qué es la hipoacusia?
La hipoacusia es la reducción de la capacidad auditiva. Puede variar desde una pérdida leve, donde se dificulta escuchar sonidos suaves, hasta una pérdida profunda, donde se pierde la capacidad de oír la mayoría de los sonidos, incluso en un ambiente tranquilo.
Causas comunes de la hipoacusia en adultos mayores
Las causas de la hipoacusia en adultos mayores son variadas, pero las más comunes se manifiestan en:
- Envejecimiento natural (presbiacusia): Con los años, las células ciliadas del oído interno se van degenerando.
- Exposición prolongada a ruidos fuertes: Puede dañar las células del oído interno.
- Enfermedades: Condiciones como diabetes, hipertensión arterial y enfermedades cardiovasculares pueden influir en la salud auditiva.
- Medicamentos ototóxicos: Algunos medicamentos pueden dañar el oído y resultar en pérdida auditiva.
- Acumulación de cerumen: El cerumen puede obstruir el canal auditivo y reducir la capacidad de oír.
Síntomas a tener en cuenta
Los signos de hipoacusia pueden ser sutiles al principio y se manifiestan de diversas formas, tales como:
- Dificultad para entender palabras: Especialmente en ambientes ruidosos, es algo que muchas personas con hipoacusia experimentan. Es como si pudieran oír que alguien está hablando, pero no logran descifrar todas las palabras o frases, sobre todo si hay mucho ruido de fondo.
- Pedir frecuentemente que se repitan las cosas: Si notas que a menudo pides a las personas que repitan lo que dijeron, podría ser un signo de hipoacusia.
- Necesidad de subir el volumen de la televisión o la radio: Otro indicio común es tener que aumentar el volumen más de lo usual para escuchar bien.
- Dificultad para seguir conversaciones: Las reuniones sociales pueden volverse un reto porque seguir el hilo de conversaciones múltiples puede ser complicado. Sobre todo, cuando dos o más personas hablan al mismo tiempo
- Sentir que los sonidos son apagados o distantes: Incluso si puedes oír que algo suena, puede parecer como si estuviera más lejos de lo que está o como si el sonido no fuera nítido.
- Zumbido o ruidos en los oídos: Conocido como tinnitus, este síntoma a menudo acompaña a la hipoacusia.
- Problemas para oír consonantes: Distinguir entre ciertos sonidos del habla, como las consonantes, puede ser difícil, haciendo que las palabras suenen incomprensibles o confusas.
- Retirada de las conversaciones: Las personas con pérdida de audición a veces prefieren evitar socializar debido a la dificultad para comunicarse, lo que puede llevar al aislamiento.
- Cambios en la propia manera de hablar: Puedes empezar a hablar más fuerte o de manera diferente debido a que no puedes escuchar tu propia voz de la manera acostumbrada.
Consecuencias de la hipoacusia en la vida cotidiana
La pérdida auditiva puede tener un impacto significativo en la vida cotidiana de los adultos mayores:
Comunicación más difícil
Para los adultos mayores, la comunicación es fundamental, pero la hipoacusia puede hacer que conversar con amigos y familiares sea más complicado. Esto puede llevar a malentendidos y a veces a sentimientos de frustración tanto para la persona con hipoacusia como para quienes la rodean.
Aislamiento social
Debido a las dificultades para comunicarse, algunos adultos mayores con pérdida de audición tienden a retirarse de interacciones sociales. Pueden empezar a evitar reuniones familiares, actividades comunitarias o incluso conversaciones telefónicas, lo que puede llevar a un sentimiento de soledad y aislamiento.
Riesgo de depresión
El aislamiento social y la disminución de la calidad de vida pueden aumentar el riesgo de depresión en adultos mayores. La falta de interacción social y la dificultad para participar en actividades que antes disfrutaban pueden afectar su bienestar emocional.
Seguridad
La hipoacusia puede hacer que sea difícil oír advertencias y alarmas, aumentando el riesgo de accidentes.
Diagnóstico de la hipoacusia
El primer paso para diagnosticar la hipoacusia es reconocer los síntomas y no subestimarlos como simplemente «cosas de la edad». Acudir a un especialista, como un audioprotesista o un otorrinolaringólogo, es crucial para una evaluación adecuada. El diagnóstico generalmente implica:
Historial médico
El profesional preguntará sobre cualquier síntoma que se esté experimentando y si existen condiciones que puedan causar hipoacusia, como diabetes o exposición a ruidos fuertes.
Examen físico
Se examinará el oído para detectar cualquier anomalía que pueda causar pérdida de audición, como tapones de cera o infecciones.
Pruebas auditivas
Dichas pruebas pueden realizarse a través de:
- Audiometría: Se utilizan audífonos especiales para determinar la capacidad de escuchar sonidos de diferentes volúmenes y tonos.
- Timpanometría: Prueba la salud del oído medio y la movilidad del tímpano.
- Pruebas de palabras: Se mide la capacidad para escuchar y repetir palabras habladas a diferentes volúmenes.
Consejos para la comunicación con personas con hipoacusia
Si convives o interactúas con personas mayores que sufren de hipoacusia, estos consejos pueden ayudar a mejorar la comunicación:
- Habla claro y a un ritmo moderado, no es necesario gritar.
- Mantén contacto visual y asegúrate de que tu cara esté iluminada para facilitar la lectura de labios.
- Reduce el ruido de fondo cuando sea posible.
- Sé paciente y comprensivo. Repite o reformula si es necesario.
Como puedes ver, la hipoacusia no es simplemente un inconveniente; puede afectar significativamente la vida social y emocional de una persona. Por ello, es vital tomar en serio cualquier signo de pérdida auditiva y buscar ayuda profesional.
Recuerda, detectarla a tiempo puede marcar una gran diferencia en la autonomía y el bienestar general.